la lluvia persistente, monotona, sobre Baires o sobre la ciudad que elijas para despertar o para recostar tu cabeza sobre la almohada o directamente sobre el colchón, da lo mismo esta mañana casi salida de un poema de pessoa, es decir, el latido de las gotas oblicuas como escribiria él en esa frecuencia, en esa misma dirección. aca la sed y los labios a la espera, contra la ventana el golpe regular impiadoso, de intensidad leve pero lo suficiente para mezclarse con la corriente de los pensamientos, y si seguramente en este momento pensarás el fragmento de una canción y te responderé con loq ue sigue y asi en el juego de tejer el dialogo, solo para que la continuidad de esta lluvia y algun que otro apagón no sea más que un detalle para la dirección de la tarde para la linea que une la red... y pessoa se desdibuja para que aprezca la nada bordada en una canción...
de un fragmento al otro, solo las lineas no más...
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